Lo que sea que esté por venir.
Dicen que la imaginación es un método simple y estratégico para interrumpir la realidad.
Que con una sola dosis basta para calmar las ansias de querer ver el tiempo pasar.
Pareciera que no hay prisa por ver el amanecer.
Pues bien, se sabe que es más seguro cuando se permanece en el umbral del ayer.
Por las noches se escuchan murmullos.
Son los recuerdos que siguen vagando en el subconsciente de la memoria.
Son voces viajeras que gustan de generar tumultos.
Espectros voraces y cautelosos que van haciendo historia.
La visión que tenía sobre el mundo cambió.
Bastó con tu mirar para saber que no quiero dar vuelta atrás.
Sobraron las palabras para mostrarnos gratitud.
Y henos aquí,
Más fuertes que el eco en el silencio.
Estables como el tronco del abeto.
Se sigue interrumpiendo la realidad.
En parte porque cuesta soltar.
Por otro lado, desconcierta lo que sea que esté por venir.
Aunque, sin importar que pase, de alguna u otra forma seguirás ahí.
Cuidando, recordando, animando a seguir.
