¿Volver a empezar?
Dicen que la vida tiene ciclos. Donde bien culmina uno, significa que está por iniciar otro.
Solía describir estos cambios como ir en una montaña rusa: con sus altos y sus bajos. Aunque ahora tengo una mayor convicción de que es como ser parte de una espiral la cual, no deja de girar.
Llevándote así por un recorrido sin principio o fin determinado. En pocas palabras, “es el ciclo sin fin”. Y sí, me estoy choteando la intro de la canción del “Rey León”. Gran película y lección de vida porque resulta ser menos aterrador desde esta perspectiva.
La montaña rusa es emocionante mientras va “subiendo”. Pero apenas toque su punto más alto, se dispara la adrenalina incluso la ansiedad porque sé que viene una caída y desconzco realmente cuánto va a durar o a dónde me va a llevar antes de volver a experimentar la siguiente subida.
En contraste, la espiral posee curvas tornando a una velocidad constante de forma indefinida. No por ello deja de ser emocionante. Simplemente se obtiene una sensación de mayor control al de la montaña rusa. Después de todo, no hay manera de saber lo que depara la siguiente curva. Pero al menos la ansiedad por la caída se convierte en emoción por el siguiente ciclo.
El inicio o fin de ciclo es bastante relativo puesto que este puede estar ligado a algún magno evento de la vida social humana. Como el dar la bienvenida a un nuevo miembro a la familia, dedicarse a un proyecto personal, independizarse, despedir a un ser querido. O bien, atribuirlo a algún fenómeno natural o suceso histórico. Aunque no es una regla. Porque los cambios de ciclo pueden darse de manera tan sigilosa que ni lo notas. Sin embargo, despiertas un día y te sientes diferente.
Sabes que la persona con la que estás tratando y la cual está interactuando con el Mundo “hoy” no es la misma de “ayer”. Pero mas que volver a empezar, es volver a dejarte sentir (y vivir para aquellos que son muy románticos;)